Una histora inventada

Una historia in ventada. Capitulo I
Llevo toda la noche despierto y se que tarde o temprano voy a recibir noticias suyas, se que no van a ser buenas. No, no seran buenas, y se lo que digo, si, se lo que digo, y ustedes pueden imaginarlo tambien si les digo que ponerle los cuernos al capo la mafia rusa es lo que llevo haciendo desde hace ya algún tiempo. No se, yo que tanto he follado, que siempre he tenido a mujeres a mi alrededor dispuestas a estar conmigo, y sobre todo desde que me hice el ojito derecho del Vladimir, si yo que era el, yo era Vladimir, el era el jefe, pero el que daba la cara era yo, si en algún putiferio de los que controlabamos alguien se salia del parchis, era yo el que iba, y solo con verme se ponian a llorar, se ponian a suplicar, y empezaba la retahila de excusas, de promesas, 48 horas más, es más algunos me decían que los apoyara y me pasara a su bando, pero al final era yo el que decidía, sobre todo a los cabrones que querian soborname, a esos, a esos se lo hacia pasar peor, si esos eran torturados lentamente, si, muy lentamente, tan lentamente que al final todos suplicaban para que le pegaramos un tiro. Si yo que era el brazo ejecutor del jefe, y que manejaba su dinero a su antojo, y disponia de todas las mujeres que quería,tuve la mala fortuna de enamorarme, si la mala fortuna, aunque enamorarse es para la mayoría algo maravillo, para mi era como si hubiera contraido un cancer, uno gordo y lantente de esos que estan contigo si dar muestras pero que cuando estallan son fulminantes, si, y ese amor era eso una sentencia de muerte, una droga que sabes que te va a matar pero no puedes evitar.
Si, me enamore de esos ojos verdes y es pelo negro, de esa cara, que para mi era lo más bonito que había visto en mi vida, esos ojos que esta noche sería la última vez que viera, si estaba seguro, de hoy no pasaba, ya era extraño que siendo la hora que era todavía no hubiera recibido noticias suyas. No pensé en escapar porque era imposible, asi que eche en un vaso un whisky más resignado, intentando que cuando fueran a por mi estuviera lo más borracho posible, lo más posible para tener el valor liarme a tiros y forzar la situación y que mi muerte fuera rápida, o por lo menos para que la tortura me fuera más llevadera. Estos cabrones son capaces de dejarme dormir la mona para que las pasara canutas, no la única opción era recibirlos como en dos hombres y un destino, a cuerpo descubierto e intentando acabar cuanto antes.
Pensando esto estaba cuando sono el telefono movil, y en la pantalla apareció su nombre Vlad, el empalador, y nada mas pensar en esto padecí un frio estremecimiento.